Donde comer en Santander
Como experto gastronómico en la encantadora ciudad de Santander, me complace sumergirte en el vibrante universo culinario que esta joya del Cantábrico ofrece. Santander es una urbe que seduce con sus paisajes, su historia y, por supuesto, su excepcional gastronomía, donde la tradición y la modernidad se fusionan para deleitar hasta al paladar más exigente. Prepararte para un viaje que despertará tus sentidos, porque la oferta de restaurantes y bares aquí es tan diversa como deliciosa.
La escena gastronómica de Santander se caracteriza por su profundo respeto por el producto local, especialmente el pescado y marisco fresco que llega directamente de su bahía y del cercano puerto de Santoña. Sin embargo, Cantabria es también tierra de excelentes carnes, verduras de temporada y, por supuesto, una rica cultura quesera. Esta combinación de elementos da lugar a una cocina que, si bien es robusta y sabrosa, también puede ser sorprendentemente refinada y creativa.
Si tu objetivo es sumergirte de lleno en el ambiente local y disfrutar de una amplia variedad de opciones, hay varias zonas en Santander que se erigen como verdaderos epicentros gastronómicos. Sin duda, la zona de Cañadío y sus alrededores es el corazón pulsante de la vida nocturna y culinaria de la ciudad. Aquí encontrarás una concentración impresionante de bares de tapas y restaurantes, cada uno con su personalidad y especialidades. Desde el clásico establecimiento donde el vermut y la gilda son reyes, hasta locales más modernos que experimentan con la cocina de autor en formato de pincho. Es el lugar perfecto para un “tapeo” animado, saltando de bar en bar y probando un poco de todo. Las calles peatonales se llenan de terrazas y el ambiente es siempre bullicioso y festivo, especialmente los fines de semana. Aquí es donde los locales se mezclan con los visitantes, y la energía es contagiosa.
Un poco más arriba, ascendiendo hacia la emblemática calle Peña Herbosa, la oferta se diversifica. Aquí, junto a bares de tapas más tradicionales, emergen restaurantes con una propuesta culinaria más elaborada. Es una zona ideal para quienes buscan una cena más formal, pero sin perder la esencia animada de la ciudad. Los establecimientos en Peña Herbosa a menudo ofrecen menús degustación que permiten explorar la riqueza de la cocina cántabra en un formato más sofisticado.
No podemos hablar de Santander sin mencionar la zona de Puertochico y la Estación Marítima. Este área, con vistas a la bahía, es un enclave privilegiado para los amantes del buen pescado y marisco. Aquí, los restaurantes suelen tener sus propias viveros, garantizando la frescura del producto. Es el lugar perfecto para saborear unas rabas (calamares fritos, un clásico santanderino), unas almejas a la marinera, un bogavante o un buen pescado a la plancha. El ambiente es un poco más elegante y relajado, ideal para disfrutar de una comida con vistas al mar. Pasear por esta zona al atardecer y elegir un restaurante con vistas a los barcos es una experiencia inolvidable. La brisa marina y el sonido de las gaviotas acompañarán tu festín.
Un poco más alejado del centro, pero digno de mención, se encuentra el barrio de El Sardinero. Si bien es conocido por sus playas, también alberga algunos restaurantes de gran calidad, muchos de ellos con impresionantes vistas al Cantábrico. Son ideales para una comida o cena más pausada, disfrutando del paisaje. Aquí la especialidad sigue siendo el producto del mar, pero también se encuentran opciones más variadas.
En cuanto a las especialidades que puedes esperar encontrar en general, la estrella indiscutible es el marisco y pescado fresco. Desde las omnipresentes rabas (calamares rebozados y fritos, que son casi un ritual en Santander) hasta las suculentas anchoas de Santoña (curadas con esmero y un verdadero manjar), pasando por percebes, nécoras, centollos, langostas, lubinas, merluzas y rodaballos, preparados a la plancha, al horno o en la tradicional "parrillada de pescado". La calidad del producto marino es excepcional y se nota en cada bocado.
Pero la gastronomía santanderina va más allá del mar. Las carnes cántabras son de una calidad sobresaliente. No dejes de probar la carne de tudanca, una raza autóctona que ofrece una carne tierna y sabrosa, ideal para un chuletón a la brasa. Los guisos de cuchara son también un pilar fundamental, especialmente en los meses más fríos. El cocido montañés, con sus alubias, berza, costilla, chorizo y morcilla, es un plato contundente y delicioso que te reconfortará el alma.
Los quesos de Cantabria merecen una mención aparte. Con Denominación de Origen Protegida como el Queso Nata de Cantabria, o quesos artesanales de los valles, encontrarás una gran variedad para maridar con un buen vino o simplemente disfrutar por sí solos. Y para los más golosos, los postres tradicionales como la quesada pasiega (un pastel a base de queso fresco), los sobaos pasiegos (bizcochitos mantecosos) o las corbatas de Unquera (hojaldre con azúcar glas) son el broche de oro perfecto para cualquier comida.
Además de los restaurantes más formales, la cultura del pincho y la tapa es fundamental en Santander. Es una forma de comer más informal y social, perfecta para probar un sinfín de pequeñas delicias. Los bares compiten por ofrecer los pinchos más creativos y deliciosos, desde los más clásicos como la tortilla de patatas o la croqueta, hasta elaboraciones más sofisticadas que son auténticas miniaturas de alta cocina. Acompaña tus pinchos con un vino de la región, una caña de cerveza bien fría o un vermut, y te sentirás como un auténtico santanderino.
En resumen, Santander te invita a un festín para los sentidos. Ya sea que busques la efervescencia de un tapeo en Cañadío, la elegancia de una cena con vistas en Puertochico, o simplemente un buen plato de pescado fresco, la ciudad tiene algo para cada paladar. La pasión por el producto local, la tradición culinaria y la creatividad de sus chefs hacen de Santander un destino gastronómico de primer nivel. ¡Prepárate para explorar, saborear y enamorarte de la cocina santanderina!
10 restaurantes recomendados
La casa del Indiano
Pagina web
Teléfono 942 07 46 60
Horario cocina
Domingo: De 12:30 a 16:00 y de 19:00 A 22:30
Situado en un enclave privilegiado de la ciudad, La Casa del Indiano se distingue por ofrecer una atmósfera que combina la elegancia clásica con un toque de sofisticación contemporánea.
Desde el momento en que cruzas su umbral, percibes una dedicación por el detalle, tanto en la decoración, que a menudo rinde homenaje a esos viajes transoceánicos, como en el servicio, atento y profesional, que te hace sentir bienvenido y cuidado. No es simplemente un lugar para comer; es un espacio donde cada visita se convierte en una ocasión especial, ideal tanto para una cena íntima como para una celebración con amigos o familiares. La iluminación cálida, la distribución de las mesas y la cuidada vajilla contribuyen a crear una experiencia envolvente que va más allá de la mera degustación.
La filosofía culinaria de La Casa del Indiano se cimenta en dos pilares fundamentales: el respeto por el producto local de Cantabria y la innovación en la presentación y elaboración de los platos. Aquí no se busca reinventar la rueda, sino elevar la cocina tradicional a un nuevo nivel, incorporando técnicas modernas y un toque de creatividad que sorprende y deleita. El resultado es una carta que, sin ser excesivamente extensa, es profundamente pensada y ejecutada con maestría, reflejando la riqueza de la despensa cántabra y la habilidad de su equipo de cocina. Cada plato cuenta una historia, desde la procedencia de sus ingredientes hasta la inspiración de su creación.
Las Estrellas de la Carta: Especialidades que Deslumbran
Adentrémonos ahora en lo que hace a La Casa del Indiano verdaderamente especial: sus especialidades. Si bien la carta puede variar ligeramente con la temporada para asegurar la máxima frescura de los ingredientes, hay una serie de platos que suelen ser pilares y que reflejan a la perfección la esencia del restaurante:
Para empezar, no puedes dejar de probar los entrantes marinos. La frescura del Cantábrico es una constante, y esto se evidencia en preparaciones como las anchoas de Santoña de la más alta calidad, a menudo servidas sobre pan con tomate o con algún toque innovador que realza su sabor salino y yodado. Las rabas (calamares fritos), un clásico santanderino, aquí alcanzan una dimensión superior, con un rebozado ligero y crujiente y una ternura interior que las distingue. Si el marisco de temporada está disponible, es una apuesta segura. Piensa en unas almejas finas a la marinera o unas zamburiñas, siempre preparadas con un punto exacto que respeta su sabor original.
Pasando a los platos principales, la oferta se divide sabiamente entre el mar y la tierra, demostrando la versatilidad de la cocina de La Casa del Indiano:
En el apartado de pescados, la merluza de pincho es una auténtica joya. La forma en que la preparan, a menudo en su punto perfecto de cocción y acompañada de salsas suaves que complementan sin enmascarar, es un deleite. El rodaballo salvaje a la plancha o al horno es otra de esas opciones que te garantizan una experiencia sublime, con su carne firme y su sabor inconfundible. La selección de pescado fresco del día siempre es una recomendación excelente, ya que te asegura que estás comiendo lo mejor que el mar ha ofrecido esa jornada. A menudo, el chef sugiere preparaciones específicas para cada tipo de pescado, realzando sus cualidades.
Para los amantes de la carne, La Casa del Indiano no decepciona. El chuletón de ganado mayor es una de sus insignias. Procedente de ganado cuidadosamente seleccionado, la carne se presenta con una maduración óptima, lo que le confiere una terneza y un sabor excepcionales. Se suele cocinar a la brasa, permitiendo que desarrolle una costra caramelizada deliciosa mientras el interior permanece jugoso y rosado. También es común encontrar platos con carne de tudanca, la raza autóctona de Cantabria, a menudo en guisos melosos o preparaciones más elaboradas que realzan su sabor característico. Platos como el solomillo con foie o alguna preparación de cochinillo o cordero asado, suelen completar la oferta cárnica, mostrando la destreza del equipo en la cocina tradicional y moderna.
Más allá de los clásicos, La Casa del Indiano a menudo sorprende con platos de temporada que incorporan lo mejor de la huerta cántabra. Esto puede incluir arroces melosos con setas en otoño, alcachofas confitadas en primavera o verduras frescas de temporada que acompañan magistralmente los platos principales. Estos toques estacionales demuestran un compromiso con la frescura y la variedad, haciendo que cada visita pueda ofrecer algo ligeramente diferente.
Y, por supuesto, no puedes terminar una comida sin probar sus postres caseros. Suelen ser el broche de oro, con creaciones que van desde reinterpretaciones de clásicos cántabros, como una quesada pasiega con un toque de autor, hasta postres más innovadores con frutas de temporada o chocolates. Son el final perfecto para una experiencia culinaria memorable, con el dulzor justo y una presentación impecable.
La bodega de La Casa del Indiano merece una mención especial. Cuentan con una cuidada selección de vinos, tanto nacionales como internacionales, con especial atención a los caldos cántabros y del norte de España, que maridan a la perfección con su propuesta gastronómica. El personal de sala está siempre dispuesto a ofrecerte la mejor recomendación para acompañar tus elecciones.
En definitiva, La Casa del Indiano es mucho más que un restaurante en Santander; es un destino culinario donde la calidad del producto, la maestría en la cocina y un ambiente excepcional se fusionan para crear una experiencia inolvidable. Es un lugar donde celebrar la vida y, sobre todo, celebrar la buena mesa. Si buscas una experiencia gastronómica de altura en Santander, este es, sin duda, un lugar que no te puedes perder.
Bodega Fuente De
Pagina web
Teléfono 942 21 30 58
Como llegar
Horario cocina
12:00 - 16:00
20:00 - 00:00
Domingos cerrado por descanso
Como experto gastronómico en Santander, no puedo dejar de hablar de Bodega Fuente De, un establecimiento que es mucho más que un restaurante: es una institución, un rincón auténtico donde la esencia de Cantabria se saborea en cada plato. Si buscas una experiencia culinaria que combine la tradición, la abundancia y un ambiente inconfundiblemente local, este es tu lugar. A diferencia de otros locales más enfocados en la innovación o la alta cocina, Bodega Fuente De te sumerge en una propuesta honesta y generosa, donde el protagonista indiscutible es el producto de cercanía y las recetas de siempre, esas que han pasado de generación en generación. Su nombre evoca directamente los Picos de Europa y su famoso teleférico, una conexión que se siente en su cocina de montaña, robusta y reconfortante.
El ambiente en Bodega Fuente De es, en sí mismo, parte de la experiencia. Olvídate de pretensiones; aquí predomina la autenticidad. El local suele estar animado, con el bullicio de conversaciones y el tintineo de los vasos, creando una atmósfera cálida y acogedora. Es un lugar donde se congregan tanto los santanderinos de toda la vida, que saben que aquí encontrarán la calidad y el sabor de siempre, como los visitantes que buscan probar la verdadera cocina cántabra. La decoración, a menudo rústica y con referencias a la vida rural y la montaña, refuerza esa sensación de estar en un mesón tradicional, donde lo importante es comer bien y disfrutar de la compañía.
Las Joyas de la Carta: Especialidades para el Alma y el Paladar
Adentrándonos en lo que hace a Bodega Fuente De tan especial, es fundamental hablar de sus especialidades. Aquí, la carta es un homenaje a la despensa cántabra, con platos que te transportarán directamente a los valles y la costa de esta hermosa región.
Sin duda, la estrella indiscutible, y la razón principal por la que muchos peregrinan hasta aquí, es el cocido montañés. Este plato emblemático de Cantabria es una obra maestra de la cocina de cuchara, y en Bodega Fuente De lo preparan con una maestría que pocos igualan. Las alubias blancas, la berza, la costilla, el chorizo, la morcilla y el tocino se cuecen a fuego lento, resultando en un guiso denso, sabroso y profundamente reconfortante. Es un plato contundente, ideal para los días más frescos o simplemente para aquellos que buscan un sabor auténtico y arraigado. No te sorprendas si tras la primera cucharada sientes una explosión de sabor que te recuerda a la cocina de la abuela. Es una experiencia que hay que vivir en Santander.
Otra especialidad que no puedes pasar por alto, y que compite en popularidad con el cocido, son las carnes a la brasa. La calidad de la carne en Cantabria es excepcional, y en Bodega Fuente De lo saben aprovechar a la perfección. El chuletón de vacuno mayor es una opción recurrente y siempre acertada. Con su punto de maduración perfecto y cocinado en su punto justo, ofrece una terneza y un sabor que deleitan a cualquier carnívoro. También es común encontrar en su oferta carnes de la tierra, como la ternera de Tudanca, una raza autóctona que ofrece una carne de sabor intenso y textura jugosa, ideal para la parrilla. Estas carnes se suelen acompañar de patatas fritas caseras o pimientos, complementos sencillos que permiten que la calidad de la carne sea la verdadera protagonista.
Aunque el enfoque principal es la cocina de interior, Bodega Fuente De también rinde homenaje al mar Cantábrico con algunas opciones bien seleccionadas. Sus raciones de rabas son legendarias. Crujientes por fuera y tiernas por dentro, son un aperitivo o entrante perfecto para compartir, y muchos afirman que son de las mejores de la ciudad. También es habitual encontrar en su carta opciones de pescado fresco del día, preparado a la plancha o a la espalda, mostrando la versatilidad de su cocina para tratar el producto con respeto, sin elaboraciones complejas que enmascaren su sabor original.
Para empezar la comida, no dejes de probar algunos de sus platos de cuchara o entrantes tradicionales. Las sopas de pescado suelen ser sabrosas y reconfortantes, con un fondo potente y tropezones generosos. Las croquetas caseras, ya sean de jamón, carne o bacalao, son cremosas por dentro y crujientes por fuera, un clásico que nunca falla. Y si te apetece algo más ligero, sus ensaladas con productos de la tierra, como el queso o las verduras de temporada, son siempre una buena elección.
Un capítulo aparte merecen los embutidos y quesos cántabros. Es habitual que ofrezcan una tabla de quesos de la región, desde el cremoso Queso Nata de Cantabria hasta variedades más curadas y de montaña, perfectas para maridar con un buen vino de la tierra. Los embutidos como el chorizo o la morcilla, a menudo de producción local, son el acompañamiento ideal para un buen pan y un poco de vino o sidra.
Y para poner el broche de oro a esta experiencia culinaria, los postres caseros son imprescindibles. Aquí encontrarás los clásicos de la repostería cántabra, preparados de forma tradicional. La quesada pasiega, con su textura suave y sabor dulce a queso fresco, y los sobaos pasiegos, esos bizcochitos mantecosos que se deshacen en la boca, son los embajadores perfectos de la dulzura de la región. No son postres sofisticados, pero son auténticos y deliciosos, el colofón perfecto para una comida contundente.
Finalmente, la carta de vinos en Bodega Fuente De se centra en referencias españolas, con una buena selección de Riojas, Riberas del Duero y, por supuesto, vinos de Cantabria, que maridan perfectamente con la robustez de su cocina. El trato cercano del personal añade un valor extra a la experiencia, haciendo que te sientas como en casa y que cada visita sea un placer.
En resumen, Bodega Fuente De no es solo un restaurante, es una parada obligatoria para cualquiera que quiera sumergirse en la auténtica cocina cántabra en Santander. Es un lugar donde la tradición, el producto de calidad y la generosidad en las raciones se unen para ofrecer una experiencia gastronómica honesta y profundamente satisfactoria. Si buscas saborear el cocido montañés más auténtico o un buen chuletón a la brasa en un ambiente genuino, este es tu destino.